028.- Recordando a Ágata (Años 1977 y 2021)
El pasado jueves 23 de diciembre de 2021, un amigo me manda un whatsapp informándome del fallecimiento de ÁGATA LYS. Casualmente me encuentro escribiendo uno de estos recuerdos, sobre el cine clasificado S, que pronto leeréis también. Decido entonces dejar aquél para dedicar uno específico a esta paisana nuestra, a la que, da la impresión en este momento, la industria del espectáculo no ha tratado demasiado bien. No es un caso aislado desgraciadamente, porque son legión todos aquellos que vivieron una efímera fama durante algún tiempo, para acabar sus días abandonados y olvidados por todo el mundo. Si acaso, una breve nota necrológica en los diarios del día. En este caso, da la impresión a partir de la poca información que ha trascendido, que la propia actriz decidió mandar todo a paseo para vivir sus últimos años tranquila y a su aire. O al menos, a mucha gente nos gustaría que así haya sido.
Para empezar ni siquiera se ponen de acuerdo en la fecha de nacimiento (unos lugares ponen 1951, otros 1953), pero en el fondo da igual. El caso es que llegados los dieciocho/veinte años marcha a Madrid para estudiar Arte Dramático en oposición a los deseos familiares, y es elegida como una de las primeras azafatas del célebre concurso Un, dos tres, responda otra vez. En realidad, aunque no suele citarse, había aparecido ya en un par de películas en papeles de niña: De espaldas a la puerta (José María Forqué, 1959) y de jovencita en la comedia musical mejicana La guerra de las monjas (José María Fernández Unsáin, 1970). Al año siguiente interpreta su primer papel principal en un western hispano-italiano, La máscara de cuero (In nome del padre, del figlio e della Colt, Mario Bianchi, 1971), donde aparece ya con su look rubio característico, prácticamente como objeto sobre el que descargar la violencia característica de este tipo de coproducciones.
Aquellos años debieron ser bastante lamentables para muchas actrices, simplemente a tenor del tipo de preguntas que aparecían en las entrevistas que les hacían. El 1 de noviembre de 1973, EL NORTE DE CASTILLA incluye en su última página (en una sección titulada En tres minutos) una entrevista con la actriz, y desde el primer momento las cuestiones resultan, leídas hoy y a pesar de intentar ser benevolente con el momento que se vivía, como poco, impertinentes y lejos del buen gusto. Por ejemplo, “¿De verdad eres de aquí?”, “¿De verdad has estudiado Filosofía y Letras?”, “¿No te resignas a que te encasillen en el papel de starlette frívola?”, “¿Quieres convencer a tus paisanos que vales para algo más que para lucir el físico?”, “¿Piensas que irá alguien al teatro a ver el personaje de Zorrilla y no a ti?”, “¿Te gusta menos esto que aparecer ligerita de ropa en películas?”, “¿Crees que hay en tu interior cosas más interesantes de dar a conocer que las que saltan a la vista?”, etc. Juzguen ustedes si no es para mandar al periodista a cierto sitio.
No fueron pocas las actrices que alcanzaron un éxito fulgurante gracias a películas de esta época del destape y acabaron como lo que solemos conocer como “juguetes rotos” (los tristes finales de SANDRA MOZAROWSKY, NADIUSKA, SONIA MARTÍNEZ, AZUCENA HERNÁNDEZ, AMPARO MUÑOZ, entre otras, y no sólo españolas). ÁGATA LYS tuvo claro lo que quería y no quería hacer (como ir arrastrándose por los programas de cotilleo y tele-realidad como van sobreviviendo otras y otros), pero eso la relegó a un olvido que finalmente ha surgido un mes después de su fallecimiento. Quedó por contarnos las sin duda muchas anécdotas y vivencias que seguro tuvieron lugar sobre aquella etapa, poco destacable cinematográficamente, del cine español, pero sin duda, instructiva.
(Publicado el 24 - 02 - 2022)
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