007.- La desaparición del Cine Avenida (Año 1976)

 

La tarde del miércoles 29 de septiembre de 1976 mi padre me propuso ir a ver una película. Mi abuelo materno había venido del pueblo a pasar unos días con nosotros, y ese día los tres íbamos a ir al cine. Yo estaba empeñado en ver Nevada Express (Breakheart Pass, Tom Gries, EE. UU., 1975), un western de CHARLES BRONSON. Desde que recuerdo, siempre me gustaron las películas del Oeste, seguramente porque era frecuente que la televisión programara producciones de este género con cierta asiduidad, sobre todo los sábados a las cuatro de la tarde. Sin embargo, mi padre no estaba por la labor: iríamos a algo más “educativo”. Y decidió que fuéramos al CINE CERVANTES a ver ¡¡¡un documental!!! (yo creo que no se percató de que era un documental porque el periódico no lo decía). Como vemos en el recorte, se trataba de Hombres y Tiburones (Uomini e squali, Bruno Vailati, Italia/Japón, 1975).

        Estaba en pleno auge Tiburón (Jaws, Steven Spielberg, EE. UU., 1975), que el VISTARAMA había vuelto a programar el sábado 7 de agosto de ese mismo año. Recuerdo la enorme campaña publicitaria que se hizo en televisión, las colecciones de cromos, ..., fue un fenómeno mediático en aquel momento. Se mantuvo hasta el sábado 21 de agosto, y se repuso muchas veces en sesiones dobles. Y hubo un montón de películas de presupuesto menor que intentaron sacar rendimiento a esta moda, de las más variopintas nacionalidades, incluyendo la norteamericana (la saga tuvo hasta tres secuelas “genuinas”, digamoslo así, y con cierta periodicidad, aparecían nuevos intentos, la mayor parte televisivos o “exóticos”, como versiones en 3D, etc.). Casi podemos hablar de un sub-género, al que volveremos en próximas reseñas, ya que se añadieron otro tipo de criaturas marinas, como las orcas, las pirañas, las anacondas, en fin, ya se sabe que bajo el agua y de noche ¡¡todo da más miedo!!

Como uno es de buen conformar, no objetó demasiado a ir al CERVANTES. Al fin y al cabo, era una tarde de cine. Y el tráiler previo al documental, terminó de animar las cosas: la


película a estrenar al día siguiente era El cuerpo (Il corpo, Luigi Scattini, Italia, 1974), y consistía en un montón de refrescantes imágenes en la playa con prácticamente una única persona, la actriz eritrea ZEUDI ARAYA, bastante sensuales para lo que debería ser una programación para todos los públicos. Imagino lo que pensarían mi abuelo y mi padre, pero ya se sabe que, en situaciones como ésta, lo mejor es hacer como si no pasara nada, aunque seguro que pensé maliciosamente “Hala, por no querer ir a la del oeste de Charles Bronson”. Por supuesto, nunca vi ésta de El cuerpo, lo más que he hecho, por mera curiosidad al escribir estas líneas es el tráiler de YouTube (no lo recuerdo así; además tenía una voz en off en español, recalcando lo de El cuerpo, muchas escenas marinas idílicas y con una fotografía mucho mejor que la que se ve en el enlace, pero evidentemente, la película es la misma). Respecto a Hombres y Tiburones, lo recuerdo como un documental estilo los de COUSTEAU, con una escena más dramática en la que un tiburón secciona de un bocado la pierna de un buceador bajo el agua, con todo lujo de detalles de carne, sangre y vísceras (supongo que trucado, aunque el narrador lo describía como real).

El caso es que, al día siguiente, viernes 30 de septiembre, hojeando EL NORTE DE CASTILLA (en mi casa se compraba viernes, sábado y domingo), me entero de que el CINE AVENIDA había sufrido un incendio en plena proyección de la película que yo quería haber

ido a ver. El siniestro tuvo lugar a las 10:16 de la noche, por lo que a nosotros seguro que no nos hubiera tocado, ya que, en cualquier caso, íbamos a ir a la sesión de tarde (a las 5), pero no dejó de llamarme la atención (en 1976 yo tenía 11 años). El periódico señala que se ignoraban las pérdidas; lamentablemente el CINE AVENIDA nunca más abrió sus puertas, transformándose en uno de los primeros centros de galerías comerciales, el centro comercial Avenida, con escaleras mecánicas, ascensor y una espectacular cúpula. También éstas pasaron a mejor vida después de ir cerrando sucesivamente la mayoría de los negocios que las componían. Cuarenta y tres años han pasado desde aquel siniestro.

Por supuesto yo vi, años después, Nevada Express por televisión: mucha acción, bastante violencia (Charles Bronson fue "especializándose" en este tipo de papeles como los buenos cinéfilos recordarán: de sus inicios de indio o característico exótico condicionado por su particular físico, a vengador implacable; son años en los que la sociedad ha perdido toda la fe en la justicia y los cuerpos de seguridad, y surgen los justicieros anónimos para poner orden, en películas cada vez más mediocres y con mayores dosis de violencia explícita. Discurso fascista que, desgraciadamente, renace periódicamente en todas las sociedades sin demasiada capacidad de análisis, pero con muchos intereses personales de algunos, suspense (por momentos aquello parece una novela de AGATHA CHRISTIE), escenas espectaculares, … ¡¡Cuánto la hubiera disfrutado en la pantalla panorámica del AVENIDA, y encima en su última proyección!! Pero la realidad es como es.


            Ironías de la vida, EL NORTE DE CASTILLA del día 29 de septiembre, anunciaba ya el siguiente estreno del CINE AVENIDA, como vemos en la imagen, que nunca se produjo. Era la coproducción Joe y Margherito (Arrivano Joe e Margherito, Giuseppe Colizzi, Italia/España/Alemania/Francia, 1974), que acabó proyectándose en el TEATRO CALDERÓN el 13 de agosto del año siguiente.

Por aquellos días, 34 provincias españolas (Valladolid incluida) padecía una tensa huelga de funcionarios de Correos y Telégrafos, en la que hubo varios detenidos, y mediación del Rey Juan Carlos. Pero ese 30 de septiembre, los chicos del momento lo recordamos también por ser el día en que la primera cadena de televisión estrenó la mítica serie Espacio 1999, de dos temporadas de 24 capítulos cada una. Quedaba un año para la irrupción de Star Wars (Véase El inicio de una saga mítica), pero el gusanillo de la ciencia ficción iba alimentándose (recordemos que eran unos años de boom espacial, sobre todo en cuanto avistamientos de OVNIs se refiere), y anteriormente con otras series como StarTrek o Los invasores. Los afortunados que tuvieran televisión a color, la disfrutarían aún más, dado que pocos programas se emitían aun en este formato.

                                        (Publicado el 16 – 09 – 2019)

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