004.- Una censura exagerada (Año 1978)
Mi afición al cine ya estaba muy consolidada (como se comprobará en próximas entregas), aunque era obviamente limitada, así que me resultaba sorprendente que se anunciase el estreno de “el film más prohibido y el más esperado”, y que fuera ¡¡¡de 1943!!! Por quién doblan las campanas (For Whom the Bell Tolls, Sam Wood, EE. UU., 1943). Sabía que era el título de una conocida obra de ERNEST HEMINGWAY, del que yo sólo conocía que era un señor con barba, aficionado a la caza, enamorado de los sanfermines, que se suicidó, y que había dos guapas actrices que se apellidaban como él. No mucho más.
El doctor en literatura inglesa de la Universidad de Texas DOUGLAS LaPRADE ha estudiado e investigado la obra de HEMINGWAY y su relación con España. En uno de sus libros, aporta documentación de diplomáticos españoles que intentaron censurar y suprimir la producción de películas norteamericanas basadas en sus obras. En concreto, en el guion de Por quién doblan las campanas presionaron en 1942 para que se cambiaran (y lo lograron) los términos "rebeldes" por "nacionales", y "leales" por "republicanos", o la supresión de una escena completa en la que los nacionales violaban a María, la protagonista. La novela no se publicó en España hasta 1968, veintiocho años después de su edición original. Al régimen de FRANCO nunca le agradaron las conductas inmorales y pasionales de los protagonistas de sus obras (censuraron más, no sólo ésta), aunque no dudaron en agasajar al autor y publicitar sus venidas a España como promoción turística interesada.
El buen conocimiento de HEMINGWAY de nuestro país ha motivado que muchos estudiosos de su obra hayan intentado localizar la ruta en la Sierra de Guadarrama que el protagonista Robert Jordan recorre en la novela en los tres días que dura su peripecia. El propio autor desveló que el puente de La Cantina sobre el río Eresma no es el puente de hierro que describe en la novela, sino un antiguo puente de piedra ante el que se fotografió cuando volvió a España en los años cincuenta. El resto del paisaje coincide bastante fielmente con la descripción de la novela: la curva hacia la derecha por la que vendrían las tropas enemigas y que al pasar el puente giraba a la izquierda, los árboles, el río, etc. Lo que tampoco hay son cuevas en la zona. Por supuesto, la película no se rodó en España, sino en el Parque Nacional de Yosemite, en California, concretamente en el puerto de Sonora Pass (2933 metros de altura) en la cordillera de Sierra Nevada, un lugar espectacular. Allí rodaron las primeras doce semanas, y las doce restantes, en los estudios de la Paramount en California, entre julio y octubre de 1942.
Revisando a día de hoy las crónicas de antaño, son curiosas las discrepancias sobre la película, de acuerdo con la ideología de los críticos o de los periódicos que tomemos. Desde mi punto de vista, fue más el ruido que las nueces (como pasa casi siempre) ya que, en lugar de ejércitos españoles, da la impresión de que estemos ante un western (con algún guardia civil de relleno en alguna escena), y una preciosa, eso sí, historia de amor. En lo que coinciden todos, antes y ahora, es en la excelente actuación de la pareja protagonista (demasiados primeros planos, para mi gusto, pero claro, había que resaltar la belleza de la BERGMAN). Fue nominada a nueve categorías de los Oscars, aunque sólo lo consiguió la actriz griega KATINA PAXINOU, como mejor actriz secundaria (la primera no norteamericana de la historia de estos premios, por cierto, y eso que era su primera película).
Siempre me llamó la atención que en todos los registros aparezca una duración de 170 minutos, cuando la versión estrenada en los cines, y la pasada alguna vez por televisión sea de 127 minutos. Con tanta polémica ideológica se podría uno preguntar si volvió la censura a hacer de las suyas. Afortunadamente la versión del DVD editado en nuestro país es de prácticamente 160 minutos, cercana a la original. Parece que fue sencillamente un asunto de minutaje (a veces las salas hacían esto para poder ofrecer tres sesiones en lugar de dos, para rentabilizar más la exhibición). Por poner un ejemplo, diez minutos se lleva una obertura y un entreacto a la mitad en el descanso de la película, compuestos sólo por música de la banda sonora y unas imágenes fijas del paisaje, y éstas no se pasaban en el cine.
Para acabar una anécdota que recuerdo de aquel día. Detrás de mí, se sentaban dos señoras de cierta edad, muy compuestas, con abrigo de pieles y todo eso, a las que escuché comentar en medio de la película: “ella muy guapa, pero él es demasiado mayor para ella”. Bueno según la novela, María debe tener 19 años; INGRID BERGMAN tenía 27 cuando rodó la película. GARY COOPER, 42. Quince años de diferencia no parecen demasiados para lo que sucede en el cine. Dieciséis la sacaba BOGART en la mencionada Casablanca, sin ir más lejos.
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