067.- El desaparecido CINE PAZ (1969 - 1971)

 

            El 27 de junio se cumplen 54 años del cierre del cine de Valladolid que menos tiempo estuvo en activo si exceptuamos los que proyectaban al aire libre (como el MAKALO del que ya hablamos en otra reseña pasada). Hagamos un poco de memoria echando un vistazo a su efímera trayectoria. (Foto del inmueble donde estuvo el CINE PAZ tomada de blog desderondilla).

        Durante los años cincuenta y sesenta del siglo pasado, Valladolid experimentó un importante crecimiento de población. Se iba saliendo del periodo de penurias que la posguerra trajo consigo y se iban implantando fábricas y nuevos negocios en la ciudad, lo que atrajo a mucha gente de otros lugares, sobre todo del entorno rural, y gente joven, que deseaban cambiar su forma de vida ante las buenas perspectivas que parecían ofrecerse. Eso provocó un problema serio por la falta de viviendas, sobre todo para trabajadores (es decir, con recursos iniciales más limitados). El Ministerio de la Vivienda del momento puso en marcha diferentes promociones en todo el país, a través del denominado Patronato Francisco Franco, y construidas por entidades colaboradoras, sobre todo por promotores particulares.

            Entre las diferentes iniciativas, en 1955, se aprobó el I Plan Nacional de la Vivienda cuya ejecución se llevaría a cabo durante un periodo de cinco años y en nuestra ciudad se centró en gran medida en el populoso barrio de la Rondilla. Una de esas promociones se aprobó en 1962, y se bautizó con el nombre de XXV AÑOS DE PAZ (bajo esta denominación hubo una campaña de propaganda política a lo largo de todo el país con muchas actividades en la que colaboraron prácticamente todos los medios de comunicación de la época), aunque no se terminó exactamente en 1964 como indica su nombre, sino en 1967. El proyecto fue llevado a cabo por los arquitectos JULIO GONZÁLEZ MARTÍN y CARLOS JOSÉ BALMORI LÓPEZ, y comprendía 47 bloques de edificios con dos tipos perfectamente diferenciados:

cuatro torres de ocho alturas con tres viviendas por planta con ascensor, y 43 bloques lineales de cinco alturas sin ascensor. Entre ellos, se diseñaron extensos patios en los que se construyeron dos grupos escolares y un centro cívico. En la imagen, aparecen señaladas en un rectángulo verde las cuatro torres que más se identifican con esta promoción por su altura y la forma de su planta, mientras que la elipse roja muestra ese centro dotacional para los vecinos, en la calle Olmo, números 61 - 63. En este enlace, se puede leer un artículo que el historiador ENRIQUE BERZAL escribió hace unos años en EL NORTE DE CASTILLA, para el que quiera ampliar detalles sobre esta promoción inmobiliaria.

            En el referido centro dotacional se proyectaron salas de reunión para adultos y jóvenes, y un amplio salón de actos con butacas, escenario y camerinos para representaciones teatrales. En el libro Arquitectura de cines en Valladolid, se indica que, en marzo de 1968, el perito industrial ANTONIO AGAPITO SAN APARICIO redactó un proyecto técnico de Instalación de Cinematógrafo, que fue visado y firmado en diciembre. La sala, el vestíbulo, cabina, servicios y guardarropa permanecían sin modificaciones, habilitándose una taquilla en la enfermería, y se dividió el bar que compartía con el hogar mediante un tabique. En enero de 1969 el promotor JOSÉ LUÍS CURIEL FERNÁNDEZ presentó la solicitud para su explotación al Ayuntamiento en enero de 1969.

Inauguración

            Tuvo lugar el sábado 8 de marzo de 1969 con la consabida presencia de autoridades y la bendición por parte del párroco de la zona. En la imagen, anuncio publicado ese día en el diario EL NORTE DE CASTILLA. Obsérvese que no aparece la calificación por edades que sí aparecerá al día siguiente (mayores de 14 años), y un nuevo horario: sesiones a las 4 y 7.45. Esas dos películas, quizá sin pretenderlo, o quizá sí (desconozco si aún vive alguien que pueda confirmárnoslo) marcarían un poco el estilo de esta sala: programas dobles de sesión continua, con películas populares, coproducciones en la mayor parte de los casos, y bastantes películas que podríamos denominar “folclóricas”. En este caso, El aventurero de Guaynas (Joaquín Luis Romero Marchent, España/Italia, 1966) es uno de los múltiples spaghetti western (no me gusta la denominación, pero así lo entiende todo el mundo) de presupuesto limitado, rodado entre MADRID (Hoyo de Manzanares, escenario muy frecuentado desde el éxito de Por un puñado de dólares),

MÁLAGA (Alhaurín de la Torre, Marbella y Torremolinos) y CASTILLA LA MANCHA (Toledo y Guadalajara), con estrellas internacionales de segunda fila (JOHN RICHARDSON, el acompañante de RAQUEL WELCH de Hace un millón de años, perfectamente rasurado en este caso; y el imprescindible malvado FERNANDO SANCHO). Y la película “de complemento”, Clarines y campanas (Ramón Torrado, España, 1966), una biografía del torero malagueño ANDRÉS TORRES JIMÉNEZ, "El monaguillo", con el mismo argumento de siempre en este tipo de producciones: muchacho que comienza como maletilla que sueña con triunfar en los ruedos. Cuando uno revisa los títulos de las películas de aquellos años, y pretende volver a verlas, en DVD o en alguna plataforma, uno se da cuenta de la cantidad de cine que nunca jamás volveremos a ver, por ilocalizables, y que sin embargo la gente disfrutaba.

            Una semana se mantuvo ese programa en cartel (aunque a veces el CINE PAZ cambiaba entre semana también, lo usual era que estuvieran una semana, cambiando los viernes o los sábados, salvo fiestas y otras circunstancias). La siguiente semana sorprende con un autor más de culto con Senso (Senso, Luchino Visconti, Italia, 1954), complementada con Comisario X (Kommissar X - Jagd auf Unbekannt, Gianfranco Parolini, Alemania del Oeste (RFA)/Italia/Yugoslavia, 1966). Pero no debió de tener mucho éxito porque a los dos días (al siguiente martes; los lunes en estos años muchas salas, ésta en concreto, no abría), vuelven a cambiar el programa.

            Otro pensamiento que a uno le viene a la cabeza cuando repasa las programaciones de aquellos cines de barrio, es que seguramente (no lo he podido confirmar, pero seguro que alguien lo sabe), las distribuidoras no cobraban lo mismo por unas películas que por otras, porque aparte de los títulos de serie Z que comentábamos, emitían una ingente cantidad de películas mejicanas de las que nunca jamás se ha vuelto a saber (y no hablo de las de JORGE NEGRETE o CANTINFLAS precisamente, que se entiende tenían cierto tirón). El cine mejicano tuvo mucha popularidad en los años cincuenta, pero que siguieran insistiendo en ello veinte años después, era un poco incomprensible. Por ejemplo, a finales de septiembre de aquel 1969 nos encontramos con el programa de la imagen. Se trata de Las leandras (Gilberto Martínez Solares, Méjico, 1961), que no es la versión de ROCIO DURCAL que triunfaba aquel 1969 en los cines de estreno, aunque coincida el apellido (se jugaba mucho al equívoco en la publicidad, y luego te encontrabas con el chasco) y Con quien andan nuestras hijas (Emilio Gómez Muriel, Méjico, 1955) que ya sólo el cartel asusta lo suyo. Por cierto, ésta se puede ver íntegra en este enlace, por si alguien tiene curiosidad. Atrévanse sólo con los cinco primeros minutos, justo antes de los títulos de crédito, y me dicen.

            En su breve existencia, hubo algunos días que el CINE PAZ cerraba, sin que haya encontrado mayor información de la razón. El verano de 1969 se mantuvo en funcionamiento, pero al año siguiente, el 16 de julio se tomó vacaciones hasta el 8 de septiembre, fiesta de la patrona Ntra. Sra. de San Lorenzo. Pero después todo el mes de octubre de 1970 vuelve a desaparecer. Toda la Semana Santa de 1971 tampoco abre (lo normal era que los cines cerraran sólo el Viernes Santo en aquellos años). Hasta el domingo 27 de junio de 1971 que cerró definitivamente tal y como había comenzado: con un spaghetti western “folclórico” Rita en el West (Little Rita nel West, Ferdinando Baldi, Italia, 1968), vehículo de lucimiento de la cantante italiana RITA PAVONE y una añeja María de la O (Francisco Elías, España, 1936), película rodada en 1936 pero que no se estrenó en España por razones obvias hasta 1939. Resulta curioso que pasaran esa película, habiendo otra versión de 1958, a color, con LOLA FLORES, pero ciertamente no hay punto de comparación entre esa y la primera con CARMEN AMAYA y PASTORA IMPERIO, aunque fuera a blanco y negro y seguramente con una copia súper rayada.

Intentos de supervivencia

            No obstante, examinando toda su trayectoria, lo cierto es que esa sala propuso diferentes fórmulas para atraer al público cuando todavía no se estilaba o suponía un verdadero esfuerzo. Por ejemplo, durante bastante tiempo, ofertaba los domingos una sesión matinal para el público más joven, a las 11.30 o 12.00, al simbólico precio de 6 pesetas la butaca, con películas de dibujos animados, de Tarzán, de Simbad, en definitiva, películas de acción y aventura para todos los públicos. También los domingos y días festivos ofrecía diferentes películas en la sesión de tarde (a las 4) que en la de 7.30 como años después hicieron otros cines de barrio, tratando de captar el público más pequeño que normalmente iba acompañado por sus padres o hermanos.

          En varias ocasiones ofreció espectáculos más complejos. El sábado 3 y el domingo 4 de enero de 1970 EL NORTE DE CASTILLA incluye sendos anuncios en la sección de espectáculos que no eran lo habitual para este local (pocas veces insertaron anuncios con fotografía o carteleras grandes, evidentemente más caros; algunos hubo, pero no era lo habitual)

        La única referencia que he localizado de las personas que se citan en ese anuncio es evidentemente la de RAFAEL DE CÓRDOBA (Rafael Oscar Martínez, bailaor, bailarín y coreógrafo, nacido en Buenos Aires (Argentina), en el año de 1937, hijo de padres españoles, con residencia en Madrid desde los 7 años. Es una de las figuras más relevantes de la historia del flamenco y la Danza Española), pero parece ser sólo el “gancho”, puesto que ninguna referencia he localizado del tal CARLITOS DEL BARRIO (no hagan caso de la IA de Google que se inventa todo lo que no encuentra).

Lo que si he encontrado es una crítica del espectáculo de aquel día que empieza del siguiente modo:

            Cuando un ballet se anuncia en un teatro periférico, siempre se desconfía de su calidad; si, por añadidura, la actuación es de un solo día, la desconfianza se acrecienta, se hace más patente; si al llegar ante la taquilla vemos que el precio resulta realmente económico, entonces, sin duda, llegamos a la conclusión de haber acertado. En esta situación de ánimo me encontraba yo ayer tarde... ¡Y me equivoqué...!

            En la posterior crónica se califica el espectáculo de modesto pero de innegable dignidad artística, entretenido, con amable diversidad, y por momentos, se eleva hacia los estratos del arte noble. La velada estuvo compuesta de un elenco de bailarinas, números circenses a cargo de LOS CHAVIVARY, y funambulistas LOS DOS CASTILLAS, la La canzonetista OLIMPIA OLIVEIRA, parodias y chistes de RAFAEL DUCLÓS (como ven esto de los monólogos está inventado hace mucho), y los bailaores CARLOS MEDINA (que ofreció unas más que correctas seguiriyas) y el plato fuerte de CARLITOS DEL BARRIO (con los palos flamencos Alegrías, Mirabrás y Caracoles, y con las tristezas de Peteneras y Soleás). Un espectáculo por tanto destacable.

             
            En septiembre de 1970, por ferias, se ponen en escena durante dos días en sesión de noche funciones a cargo de compañías teatrales. El miércoles 6 de enero de 1971, ofreció un espectáculo matinal con película y fiesta para peques con atracciones de circo y la colaboración especial de los populares payasos de TV Hermanos RAMPIN. Todo por 10 pesetas. En otra ocasión actuó también MANOLO DE VEGA. Y el sábado 29 de mayo de aquel 1971, a las 11 de la noche ofrece un nuevo espectáculo flamenco, el del anuncio de EL NORTE DE CASTILLA.No cabe duda que a los responsables de la sala les gustaba el flamenco.

El fin

            A pesar de todas estas iniciativas, la impresión que da es que económicamente el negocio no debía ir muy bien, porque en los anuncios se muestran grandilocuentes frases del tipo “Llenos absolutos”, “Localidades con tres días de antelación”, para películas sin demasiado interés (en algún momento se ofrecieron grandes superproducciones de temporadas pasadas o antiguas, pero esporádicamente). E incluso anuncios un tanto engañosos, como por ejemplo un anuncio de una película en la que jamás ha participado FRANK SINATRA (ver imagen), o en otro poner CLAUDIA CARDINALE cuando en realidad se trataba de una tal CLAUDIA LANGE.


También puede ser que se hiciera sin mala intención porque en muchas ocasiones los anuncios del periódico dejaban mucho que desear desde el punto de vista de la precisión cinematográfica, pero éstos son demasiado evidentes.

            El CINE PAZ dejó paso, meses después, en el mismo local, al CINE BABÓN, pero esa es otra historia de la que ya hablaremos más adelante. Por cierto, si alguien recuerda algún dato sobre este cine, o ha encontrado algún error en lo dicho, o desea hacer cualquier comentario, puede hacerlo sin problema porque todos deseamos recordar aspectos de un Valladolid que va desapareciendo y se van a olvidar. E igualmente, si alguien tiene alguna fotografía de este cine con el rótulo que tuviera, sería genial, porque por más que se busca no aparece ninguno. Mil gracias por seguir este blog.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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