069.- Río Bravo (1974, 1979, …)

 

            Al igual que sucedía con las épicas películas de CHARLTON HESTON como ya he contado en reseñas previas, cuando en el cine se anunciaba alguna película “del Oeste” y de JOHN WAYNE, el objetivo era ir a verla a toda costa. Quizá hoy, época en la que podemos ver casi cualquier cosa a golpe de clic, no se entienda demasiado, pero pensemos que los chavales de los años setenta del siglo pasado, no teníamos más posibilidad de ver películas que las que echaban por “la tele” (quien la tuviera) y en blanco y negro (en mi casa no apareció una televisión a color hasta 1979 o 1980). Y veíamos muchas películas “del Oeste” porque prácticamente cada sábado por la tarde, la única cadena de televisión que funcionaba (la segunda cadena era, al menos para mí, una entelequia en aquellos años: aunque el viejo Telefunken disponía del botón para sintonizarla, aquello nunca se logró), así que verlas en una pantalla grande y a color era (perdonen la expresión) “la leche”.

            Por otra parte, los westerns que programaba televisión por entonces eran más antiguos, de décadas anteriores. Los más célebres (como éste) tardarían tiempo en mostrarse en la pequeña pantalla (Río Bravo se emitió por TVE por primera vez el 16 de septiembre de 1978 en el programa Sábado Cine).

En Valladolid, en aquellos años de mi infancia y juventud, había anuncios de los diferentes cines repartidos por toda la ciudad. Cerca de mi casa colocaron precisamente el de Río Bravo, y lo veía continuamente, pero en una sala alejada de mi domicilio y teniendo aún poca edad para poder ir. Pero pasados algunos años, por fin, lo programaron al lado de mi casa, en el CINE DELICIAS, concretamente el viernes 20 de septiembre de 1974 (o sea hace ¡¡¡51 años!!), en el siguiente programa doble El padre de la criatura (Pedro Lazaga, España, 1972) y Río Bravo (Rio Bravo, Howard Hawks, EE. UU., 1959), tal y como vemos en el recorte de EL NORTE DE CASTILLA de aquel día. Eran las fiestas de la ciudad (en aquel momento en honor a SAN MATEO) y curiosamente PACO MARTÍNEZ SORIA, el protagonista de la primera de las películas mencionadas, estaba esos días en persona, en el TEATRO CARRIÓN, con la obra Te casas a los 60, …, ¿y qué? (Casualidades de la vida, yo acabo de estrenar esa edad, y no me veo en absoluto como aparecía el bueno del Sr. MARTINEZ SORIA, la verdad). Con esto de los programas dobles, te veías forzado a ver películas que no te interesaban en absoluto, como ésta. Si alguna vez me apetece, quizá cuente lo que me parecieron esas películas (opinión que no ha variado), pero ahora mismo la que toca es la de Río Bravo.

            Quizá por ser muy niño entonces (9 años), recuerdo más esta película de sus pases por televisión que en una sala de cine. De hecho, por momentos dudo de si llegué a verla en esta ocasión, ya que no me causó el mismo impacto que otras que conservo muy nítidas en mi mente (por ejemplo, hablando de westerns, Por un puñado de dólares o mismamente El Dorado o El Álamo, de las que hablaré en otra ocasión). Es posible que influya también el que gran parte de la película se mantiene en un espacio cerrado y con mucho diálogo y poca acción, que es lo que quería entonces.

Lo que me llamó la atención

           Curtido en las sesiones de las películas del Oeste de la televisión, como todos los chicos de aquellos años (no había otra cosa; eso y leer tebeos), las novedades llamaban la atención. Y en Río Bravo vi algunas. La primera que comenzara sin los títulos de crédito (luego sería hasta frecuente; ya hablaré de las películas de 007) y sin diálogo alguno (cuatro minutos y medio de homenaje al cine mudo). La segunda la protagonista femenina, una joven ANGIE DICKINSON, espléndida, diferente a las féminas que aparecían en las películas de la tele (con sus piernas aseguradas por Lloyds de Londres). La tercera, el excesivo metraje con los protagonistas encerrados en una comisaría simplemente hablando y casi siempre de noche. La cuarta, que se pongan a cantar canciones aparentemente fuera de época con un joven a la guitarra tipo ELVIS PRESLEY. Y para rematar, un desenlace muy entretenido, pero que no se creen ni los super héroes de Marvel actuales. Esa fue la primera impresión. Con el tiempo, con más años, y más información, fui descubriendo nuevos detalles y resolviendo algunas de estas cuestiones.

         Entre ellas la de la banda sonora. En una reseña anterior, hablaba de unos discos de música de películas. En el de FRANCK POURCEL, aparece un tema, el cuarto de la primera cara, denominado Degüello, e indica que es de la banda sonora de esta película (ver imagen). Conocía la melodía de escucharla en el disco, pero atento cuando vi la película, no la localicé. Y es que apenas suena veinte segundos, de fondo y pendientes del diálogo de la escena (me pareció también curiosa la presencia de un cartel de una corrida de toros; claro el pueblo, por el nombre, debe estar cerca de la frontera de Méjico). Cuando vi El Álamo (El Alamo, John Wayne, EE. UU., 1960)(también en el CINE DELICIAS), el debut en la dirección del actor JOHN WAYNE, reconocí la melodía inmediatamente, y es que El Degüello es un toque de corneta mejicano, que, según algunas fuentes, era una tonada que los mejicanos interpretaban a los americanos que resistían en el asedio de El Alamo, para bajarles la moral y que se rindieran, advirtiéndoles de lo que les ocurriría si no lo hacían. En Río Bravo hay más referencias a esta epopeya; la más clara, el nombre del hotel del pueblo, como vemos en esta otra imagen.

          Porque, aunque el río Bravo es como los americanos llaman al río Grande (así lo llaman los mejicanos), el título de la película no hace referencia alguna a este río, que separa Méjico y EE. UU. El título de la película es sencillamente el nombre del pueblo donde se desarrollan los acontecimientos, y es inventado. Ese nombre, río Bravo, aparece por primera vez en un mapa de la Nueva España elaborado por un cartógrafo real español en 1536. Río que en la actualidad no está pasando por sus mejores momentos porque tiene una alarmante escasez de agua que está afectando al ecosistema local y poniendo en peligro especies como los álamos (otra vez la palabra) y el mosquero del suroeste, por culpa del cambio climático, pero como algunos cenutrios (muchos de allí, yankis) no aceptan esta situación, tampoco hacen mucho por remediarlo, de modo que, con el tiempo, a lo mejor se convierte en una nueva corriente desaparecida para siempre. Allá ellos (desgraciadamente también para el resto de habitantes de este planeta que va camino de no ser “azul”, sino, como otros planetas de nuestro sistema solar, un cadáver desértico, seco e inhabitable; afortunadamente algunos no lo veremos).

            Respecto a la canción My rifle, my pony and me, cantada en la película por DEAN MARTIN y RICKY NELSON (en el enlace se puede ver la escena completa), se trata de una canción cuya melodía ya se utilizó en otro western Río Rojo (Red River, Howard Hawks, EE. UU., 1948) del mismo director, mismo responsable de la banda sonora (DIMITRI TIOMKIN), y también los actores JOHN WAYNE y WALTER BRENNAN). En este enlace, con el tráiler de la película se puede comprobar desde el inicio como suena la misma canción, aunque en esa película la canción se tituló Settle Down to Missouri. La letra es diferente, pero la melodía es la misma. Esta canción perfectamente puede considerarse de aquel tiempo. Pero si vemos la escena completa, a continuación, los tres protagonistas (JOHN WAYNE sólo escucha; en los inicios de su carrera apareció en varias películas en las que tenía que cantar, pero siempre fue doblado porque no se le daba nada bien) cantan una canción mucho más movida al ritmo rockero de la guitarra de RICKY NELSON. Se titula Cindy y es una canción folk americana de principios de siglo. No aparece en el disco editado con la banda sonora de la película (lo cual no deja de ser sorprendente), y ha sido versionada por casi todos los cantantes americanos célebres, cada uno en su estilo. ELVIS PRESLEY, por ejemplo, la metió aún más ritmo y la tituló Cindy, Cindy. En el enlace puede escucharse y comprobarse que es la misma que la de la película, aunque la letra cambia “ligeramente”.

            RICKY NELSON (1940 – 1985) fue uno de tantos jóvenes cantantes que intentaron emular a ELVIS PRESLEY (1935 – 1977) cantando rock & roll, y realmente fue el que más éxito tuvo, aunque no llegó a acercarse a las cifras de PRESLEY. RICK tuvo 30 canciones dentro del top 40 de las listas norteamericanas entre 1957 y 1962, más que cualquier otro artista en ese tiempo con excepción de ELVIS, teniendo en cuenta que la mayor parte de sus contemporáneos no llegaron ni siquiera a 10 hits. HOWARD HAWKS siempre quiso a alguien que conectara con los adolescentes para interpretar el personaje de Colorado, y quería que fuera ELVIS PRESLEY, que estaba encantado con esa oportunidad. Acababa de filmar la que probablemente es su mejor película El barrio contra mi (King Creole, Michael Curtiz, EE. UU., 1958), a las órdenes de un gran director, y ésta sería un enorme espaldarazo a su carrera al lado de grandes estrellas del cine. Sin embargo, el nefasto mánager del cantante, el coronel TOM PARKER, se pasó en esta ocasión de la raya (lo seguiría haciendo en lo sucesivo, entre otros chanchullos que paliaran su desatada ludopatía y otros vicios; ya sabemos cómo acabó el cantante como consecuencia de esa sobreexplotación), y ni HAWKS ni JOHN WAYNE aceptaron sus exigencias. ELVIS marchó a Alemania a hacer su servicio militar, y la productora contrató al segundo cantante juvenil con más éxito en aquel momento. A HAWKS no le gustaba demasiado, y deliberadamente le dio el menor número de diálogos posible para una tercera estrella. Más tarde admitiría que tener el nombre de NELSON en el cartel probablemente había añadido 2 millones de dólares a la recaudación de taquilla de la película.

            El actor cumplió 18 años mientras rodaba la película, el 8 de mayo de 1958 (llevaban sólo una semana de rodaje), y sus compañeros JOHN WAYNE y DEAN MARTIN le dieron un saco de 136 kilos de estiércol de novillo como regalo, al que luego arrojaron a NELSON, a modo de como rito de paso a la mayoría de edad. En la imagen, los vemos sometiéndole a otra broma, por lo que es probable que corresponda a ese día. Después rodó un par de películas más, continuando su carrera de cantante y participando en series y películas para televisión, una vez que su éxito musical comenzó a decaer. Su vida personal también se complicó, y en los años ochenta se dedicó a hacer recitales nostálgicos. Cuando iba a celebrar la Nochevieja de 1985, el avión que le llevaba a Dallas, Texas, se estrella falleciendo con solo 45 años.

            Sobre la película hay mucha información y curiosidades más, únicamente citaré que los decorados en Old Tucson (lugar del rodaje) se construyeron a escala 7/8, por lo que los actores parecen más grandes que en la vida real.

La controversia

            Muchos años después de haber disfrutado la película (supongo que hacia los veintitantos que fue cuando me tomé más en serio aprender de cine, o sea leyendo libros, críticas, asistiendo a charlas y cursos, etc.), me entero con sorpresa que Rio Bravo fue concebida como la respuesta “patriótica” a la visión que, según HAWKS, WAYNE, y otros respetables ciudadanos norteamericanos, mostraba Sólo ante el peligro (High Noon, Fred Zinnemann, EE. UU., 1952). Evidentemente, cuando las vi siendo un niño, no sabía ni me percataba de estos asuntos. Simplemente disfruté ambas como películas, si más. Y en aquel momento, mucho más de la primera porque prefería las películas a color que a blanco y negro, que era a lo que estaba sometido diariamente por culpa de la televisión, como comenté al principio.

            Por supuesto, después de conocido el tema, pensado y analizado, pude establecer mi propia opinión. Por si algún lector no conoce cuál es el origen de la controversia entre ambas películas, lo resumo telegráficamente. En ambas películas (con sus variaciones, por supuesto, porque no son exactamente iguales), un sheriff solitario tiene que enfrentarse a una banda de forajidos que llega al pueblo. El encarnado por GARY COOPER siente que no va a poder desempeñar su cometido de defender la ley y el orden y trata de buscar ayuda entre los ciudadanos que quieran hacerlo. De todo el pueblo, sólo un borracho, un viejo y un adolescente se ofrecen a ayudarlo. El sheriff, sabiendo que morirían a las primeras de cambio, rechaza su colaboración, enfrentándose solo a los pistoleros. JOHN WAYNE calificó este proceder de profundamente antiamericano, porque lo que debería de hacer es enfrentarse “con dos pares” a la situación y punto, y no andar lloriqueando por ahí. Eso mismo pensaba el realizador HOWARD HAWKS, y junto a otros, a partir de un relato corto de B.H. MCCAMPBELL, los guionistas LEIGH BRACKETT y JULES FURTHMAN montan Río Bravo como respuesta en la que, oh casualidad, los ayudantes del sheriff son justamente un borracho (DEAN MARTIN), un viejo tullido (WALTER BRENNAN) y un jovencito (RICKY NELSON). Por supuesto, como en la otra película, habrá una preciosa mujer (ANGIE DICKINSON) que, a diferencia de GRACE KELLY que por momentos abandona a COOPER, no tiene ninguna duda en apoyar a WAYNE hasta la muerte (para que todo fuera lo más parecido posible, ambas mujeres en ambas películas son mucho más jóvenes que sus “amados” compañeros). En la siguiente imagen, GARY COOPER, GENE AUTRY y GEORGE HAYES y visitando el set de rodaje de la película y posando con WARD BOND y JOHN WAYNE.

            Como ya hablaré en otra reseña futura de Solo ante el peligro, no me voy a extender demasiado en mi opinión personal. Simplemente decir que, desde luego GARY COOPER no actúa como un cobarde, porque de haberlo hecho, se hubiera pirado del pueblo con su esposa a toda pastilla que tenía tiempo de sobra (y además se lo sugerían sus propios vecinos, porque ya estaba jubilado del cargo) que, por cierto, es lo que, EN LA VIDA REAL, hubiera hecho el 99.99% de las personas. En ese sentido ninguna de las dos es realista, pero desde luego, si hay que decidir cuál de ellas es menos “fantasiosa”, esa no es Río Bravo precisamente. Lo que el bueno de WAYNE, HAWKS, etc., no quisieron entender, es que Solo ante el peligro es una representación clara y nítida de una situación que estaba pasando en su país en aquellos años, y que precisamente su guionista (CARL FOREMAN) sufrió en sus propias carnes (como también muestra la magnífica La invasión de los ladrones de cuerpos (Invasion of the Body Snatchers, Don Siegel, EE. UU., 1956)). Tener otras formas de pensar, no es ser antiamericano, pero obligar a los demás a tener la suya, tiene otro nombre que todo el mundo sabe, pero que me voy a callar, porque sólo quiero hablar de cine.

         Río Bravo me parece una película espectacular, con una cantidad de temas, subtramas y circunstancias cinematográficas magníficas, como las tiene Solo ante el peligro, y lo que hay que hacer es disfrutarlas sin mayores complicaciones. Por cierto, las dos también tienen sus fallos y carencias.

Críticas

Me resulta muy curioso leer ahora, año 2025, la muy negativa crítica del experto en cine del diario ABC al día siguiente del estreno de la película en Madrid, basándose en su excesiva violencia (¿qué diría de los westerns hispano-italianos de pocos años después?), y sin embargo, JEAN LUC GODARD, cuando ejercía de crítico en Cahiers du Cinema, otorgó cuatro estrellas (la máxima calificación) a tres películas estrenadas en 1959: Hiroshima, mon amour, Los cuatrocientos golpes y Río Bravo. No soy muy fan del cine de GODARD la verdad, pero me parece que, lo que es de cine, debía de saber bastante, viendo su trayectoria y lo que de él dicen unánimemente estudiosos, compañeros y el 99% de los críticos. De HAWKS dijo que era «el artista estadounidense más grande» y argumentó que su «clasicismo» cinematográfico lo convertía en un paradigma del modernismo en el mundo del arte en general.

Tampoco le hizo mucha gracia al crítico de EL NORTE DE CASTILLA que la califica también de “… la sesión de tiros, golpes, etc., más copiosa en la historia del western” (mismo comentario que al anterior; lo tuvieron que pasar muy mal con los westerns europeos). De los elementos técnicos y la interpretación indica al menos que son sobresalientes, y concluye indicando que “nada nuevo añade al género, pero hace pasar un rato entretenido”.

En 2014, la película fue considerada «cultural, histórica y estéticamente significativa» por la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos y seleccionada para su preservación en el National Film Registry. ¿Qué opinarían de este reconocimiento aquellos críticos?

En la imagen, un descanso en el rodaje, con JOHN WAYNE echando una partida de ajedrez (DEAN MARTIN, a otra cosa, ja ja ja). En bastantes rodajes entretiene su tiempo con este juego que le gustaba especialmente.


Fechas de estreno

            Río Bravo se estrenó en Fairbanks, Alaska, el 8 de marzo de 1959, y en Nueva York diez días después, el 18 de marzo de 1959. En España se estrena el 23 de noviembre de 1959 en Madrid (en los desaparecidos CARLOS III, PALACIO DE LA PRENSA y ROXY B), y en Barcelona el 11 de diciembre de 1959. Como casi siempre (hay algunas excepciones) a Valladolid llega más tarde, el jueves 18 de febrero de 1960 (ver publicidad de EL NORTE DE CASTILLA de ese día) y permanece en el TEATRO CALDERON hasta el martes 1 de marzo de 1960 (sólo 14 días, dos semanas). Posteriormente, el mismo local, la da una segunda oportunidad en 1973 (del sábado 7 de abril a viernes 13, una única semana). Después recorrería como era costumbre los cines de los barrios, siendo del 20 al 26 de septiembre de 1974 cuando yo la veo). En TVE, además del mencionado 16 de septiembre de 1978, se programa en dos ocasiones más: el 14 de junio de 1979 como homenaje a JOHN WAYNE por su fallecimiento, y el 31 de diciembre de 1988 en Primera Sesión, despidiendo aquel año.        

 

 

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